lunes, 4 de junio de 2018

surgimiento de los Fascismos


SURGIMIENTO DE LOS FASCISMOS.

Fascismo es el nombre genérico en el que se engloba al fascismo italiano, el nacional socialismo Alemán y otras doctrinas afines como el Falangismo español y el Hojinismo japonés.
Pero en sentido estricto de la palabra denominaremos regímenes fascistas a los sistemas impuestos en Italia por Benito Mussolini entre 1922 y 1943 y en Alemania por Adolfo Hitler entre 1933 y 1945.
En realidad tanto el partido nacional fascista (Italia) y el partido nacional socialista (Alemania) fueron partidos interclasistas, sus programas propugnaban: el ejercicio de la autoridad sin restricciones (autoritarismo) frente a la fórmula demócrata liberal, proponen el mantenimiento de la diferenciación de clases frente al igualitarismo socialista, además oponen el nacionalismo frente al internacionalismo socialista o liberal. Por otro lado mantienen una ardua propaganda anticomunista y contra el parlamentarismo burgués a los que consideran ineficaces para resolver la situación económica. Propugnan además la utilización de técnicas modernas para la manipulación de la psicología de masas (radio, prensa, megafonía).
En términos políticos el fascismo se considera como una respuesta  de los sectores burgueses  más conservadores (gran capital financiero e industrial) apoyados por la apequeña burguesía, la gran propiedad agrícola, el ejército y en determinados casos la masa de población marginada (lumpen proletarios) que se unen frente al peligro de una revolución social.
Los fascistas se limitan a negar la lucha de clases y proclaman una ficticia armonía social, así mismo la IDEOLOGÍA fascista se apoya en el ANTIRRACIONALISMO asumiendo la tesis del superhombre (Nietzche) y la del papel rector que debían ejercer las elites infalibles (Pareto y Mosca).
Esto trajo como consecuencia la fé ciega en el líder infalible, fidelidad absoluta al jefe y el culto a la personalidad. Los fascismos son desigualitarios, pues creían que sus respectivos estados como organismos vivos tenían un destino común forjado a lo largo de la historia. Así Italia debía cumplir el sueño de la Roma Imperial y la raza germana alcanzaría en la Alemania de Hitler sus fines históricos de dominio mundial para eso necesitaba el espacio vital. Otras características del Fascismo son el Chauvinismo (nacionalismo exagerado), anticomunismo y racismo.

EL FASCISMO ITALIANO.

Desde su creación en 1871 el Reino de Italia adoptó para su organización política un código de leyes conocido como el ESTATUTO ALBERTINO creado ya en 1848 por Carlos Alberto rey de Cerdeña e inspirado en las constituciones francesas y británicas. Dicho documento establecía en principio una monarquía constitucional pura, es decir no parlamentaria, se basa en el principio de la separación de poderes: el poder legislativo le correspondía a dos cámaras el de senadores y diputados, y el ejecutivo era ejercido por el rey pero también participaba del legislativo. Sin embargo en la práctica la monarquía constitucional pura no llegó a funcionar y se inició en Italia una evolución hacia el sistema parlamentario en el sentido de ceder cada  vez mayores atribuciones a la cámara de diputados, sobre todo por la presencia en ella de importantes personalidades, pues no existía todavía partidos políticos formales. Fue hasta 1913 cuando se introdujo el sufragio universal, aunque siguió limitado al sexo masculino.

Entre 1901 y 1914 gobernó el país el primer ministro GIOVANNI GIOLITTI y su administración se caracterizó por un intenso desarrollo social y económico, él fue el artífice de la Italia moderna al llevar a cabo un gran número de reformas, reconoció el derecho a huelga de los trabajadores, favoreció la participación de los católicos en la toma de decisiones políticas. Durante este período la tasa de crecimiento industrial era del 87% y el salario de la masa trabajadora creció por encima del 25%. En muchos aspectos Italia era una democracia en vías de formación, pero el estallido de la primera  Guerra mundial frenó este proceso.

Después de la primera guerra mundial en Italia se produjo un sentimiento de frustración pues a pesar de encontrarse entre los vencedores, los acuerdos de paz no favorecieron a su país de manera significativa, ni en el aspecto económico ni en el territorial, así en Italia se agravaban los problemas económicos, aumentó la tensión social y cundió el descrédito político. Por otro lado aumentaba el temor entre las clases medias y las elites burguesas al socialismo. Esto último sobretodo fue el caldo de cultivo ideal para que una oferta de acción directa contra revolucionaria triunfara. Eso ofreció el fascismo.
Por otro lado Italia también sufrió la carga de la guerra, en el campo los propietarios se veían amenazados por ocupaciones de tierras por parte de campesinos y ex combatientes, en las ciudades se llegó a la ocupación de fábricas.

Pues bien la vida política italiana se basaba en el pluripartidismo, siendo el más fuerte el PARTIDO POPULAR ITALIANO que mantenía los postulados del catolicismo social e incluso debía su creación al impulso del Papa Benedicto XV. En el polo opuesto se encontraba el PARTIDO COMUNISTA REVOLUCIONARIO cuyo líder era Antonio Gramsci y por último el PARTIDO NACIONAL FASCISTA que era una amalgama de grupos muy diversos desde antiguos socialistas hasta conservadores y que estaba financiado por la Confindustria (Confederación General de Industrias) organización unitaria de capitalistas cuyo objetivo era liquidar la agitación obrera a través de las intimidaciones fascistas (atentados).

En 1919 los fascistas obtuvieron buenos resultados electorales y aumentaron sus afiliados. El 29 de marzo de 1919 BENITO MUSSOLINI ex socialista funda los FASCIO DE COMBATIMENTO (unión de antiguos combatientes) para oponerse a la política interior italiana y hacer frente a los avances del marxismo internacional. No olvidemos que el germen de este grupo esta en el grupo fundado también por Mussolini en 1915 “los fascios de acción revolucionaria”.
En septiembre de 1920 cerca de medio millón de obreros ocuparon durante casi cuatro semanas fábricas y astilleros, expulsaron a los directivos e hizaron la bandera roja. Giolitti no actuó en contra de los trabajadores e incluso conminó a los propietarios para que hicieran concesiones laborales. La actitud de Giolitti provocó un serio disgusto a la clase empresarial y despertaron su preocupación por el temor de que esas medidas significaran el paso hacia la revolución proletaria. Por ello los sucesos de septiembre de 1920 marcaron el límite final al que el gobierno permitió llegar al movimiento obrero, en las elecciones municipales del mes siguiente, disminuyó el voto socialista y sólo consiguió algunos éxitos notables en las zonas rurales. En consecuencia el partido socialista italiano no logró impulsar la revolución proletaria. Como reacción a los movimientos sindicales, a finales de 1920 surgieron en todo el norte y centro de Italia grupos para militares dirigidos por ex oficiales en lucha contra el socialismo.
En las elecciones de 1921, Giolitti permitió a Mussolini y a los fascistas que se unieran a la lista de partidos gubernamentales, confiado en que esto habría de satisfacer sus ansias de poder y en que el grupo de “camisas negras” sería absorbido por el sistema. Como resultado 32 fascistas entre los que se encontraba Mussolini lograron triunfar en las elecciones e ingresaron al parlamento. Con este triunfo el movimiento llegó a transformarse en partido político con el nombre de Partido Nacional  Fascista.

Desde 1922 controlaron múltiples municipios y gobiernos provinciales pero en el parlamento eran una minoría y ante el avance del movimiento obrero Mussolini opone acción directa, para esto Mussolini contaba ya con más de 300 mil miembros.
Así cuando las fuerzas proletarias convocaron a una huelga general en agosto de 1922 Mussolini con sus milicias consiguieron asegurar los servicios públicos quebrando de ésta manera la huelga que significó el fracaso del socialismo italiano y el triunfo del fascismo.
El 27- 28 de octubre de 1922 Mussolini organizó la MARCHA SOBRE ROMA que era una manifestación para forzar la caída del gobierno. “los camisas negras” que era el distintivo de sus correligionarios avanzaron, eran un poco más de 3 000 hombres que podrían fácilmente haber sido detenidos por la guarnición romana y que ni siquiera contaban con la dirección física de Mussolini, que no convencido de tener éxito, se encontraba cerca de la frontera con Suiza.

El Rey con la excusa de evitar un derramamiento de sangre y persuadido de que con Mussolini  mantendría su corona, permitió la ocupación de Roma. VICTOR MANUEL III encargó entonces el gobierno a Mussolini. Así a la edad de 39 años el líder fascista se convertía en el primer ministro más joven de la historia Italiana.
El fascismo anunció entonces un periodo de regeneración temporal, para ello en 1923 Mussolini encabezó un gobierno de coalición en el que participaban liberales, nacionalistas y católicos, así como los seguidores del fascismo. Al año siguiente volvió a desatarse la violencia durante la elecciones de 1924 en ella Mussolini empleó un reparto de escaños que favorecía escandalosamente al partido más votado y obtuvo la mayoría absoluta. Ese mismo año el diputado socialista Giacomo Matteotti expuso públicamente un considerable número de casos de violencia protagonizados por los fascistas, quienes en respuesta lo asesinaron. Esos acontecimientos provocaron nuevos disturbios y dieron oportunidad a Mussolini para aumentar su poder. El 3 de enero de 1925 en la difícil coyuntura de las acusaciones por el asesinato de Matteotti, el líder fascista retó a sus enemigos en el parlamento a que lo acusaran, pero ni el Rey ni los diputados de oposición se atrevieron a hacerlo, a partir de ese momento se había interrumpido el camino hacia la democracia que con grandes dificultades había iniciado Italia

En 1925 comenzó la liquidación del parlamentarismo, Mussolini negó la condición de diputados a los representantes de la oposición, depuró a los elementos más exaltados del fascismo y estableció un régimen de partido único. El parlamento desapareció y desde 1928 fue sustituido por el “gran consejo fascista” de carácter meramente consultivo. Mussolini fue nombrado DUCE (Guía) y caudillo del partido, controló los medios de comunicación y la enseñanza. Las leyes de defensa del estado dejaban indefenso al ciudadano frente al estado y declaraban ilegal cualquier tipo de oposición política.

En el plano social, el régimen declaró la desaparición de la lucha de clases y anunció el corporativismo como doctrina social. Este corporativismo pretendió armonizar los intereses de patrones y trabajadores, pero en realidad controlaba cualquier disolvencia sindical y profesional. Así Mussolini se convirtió en dictador e impulsó un proceso de desarrollo económico en el país que culminó con la invasión de Etiopía.

EL NAZISMO ALEMAN.

El final de primera guerra mundial coincidió con la profunda crisis en Alemania. Para el verano de 1918 estaba claro, incluso para los militares y nacionalistas más exaltados que Alemania había perdido la guerra. El intento del gobierno de desviar las tensiones sociales internas hacia aventuras imperialistas en el exterior había fracasado y tendría que enfrentarse a esas tensiones sociales, magnificadas por la derrota. Durante el conflicto se habían agudizado ciertas tendencias económicas que llevaron a la concentración de capital y al crecimiento de poderosos cárteles que monopolizaban precios y mercados que eliminaban a los pequeños comerciantes, así los grandes capitalistas adquirían mayor fuerza.
Por el lado opuesto también habían aumentado su poder la clase obrera organizada y se había llegado a formar una organización política poderosa: EL PARTIDO SOCIAL DEMÓCRATA ALEMÁN (SPD). A finales de septiembre de 1918, los líderes militares consideraron oportuno ceder el poder a un gobierno civil y, al mes siguiente el príncipe MAX VON BADEN fue nombrado Canciller, se produjeron reformas constitucionales, así como el control de las fuerzas armadas por el gobierno civil y no por la monarquía, de hecho el emperador Guillermo III aceptó lo que equivalía a una monarquía constitucional. El 9 de noviembre de 1918 abdicó GUILLERMO III y enseguida Max Von Baden cedió el poder a un gobierno provisional encabezado por el social demócrata FRIEDRICH Ebert líder del SPD que conduciría al país hacia una República democrática. Pero el fracaso militar, el caos económico y el malestar social favorecieron la INSURRECCIÓN DE BERLIN en los primeros días de enero de 1919.
La facción comunista  (LIGA ESPARTAQUISTA) de la social democracia  proclamó  la huelga general revolucionaria e intentó la conquista del poder en la capital siguiendo el ejemplo soviético, el intento fue estrangulado y los dirigentes comunistas ROSA LUXEMBURGO y KARL Liebknech liquidados.
En febrero de 1919 comenzaron los debates constitucionales en la ciudad de WEIMAR. Allí se aprobó la constitución que impuso una república federal presidencialista para Alemania llamada  LA REPÚBLICA DE WEIMAR, con parlamento bicameral, se respetaba el multipartidismo, se establecía la autonomía de los estados (länder) y se odiaba la opción bolchevique.
La situación de Alemania en los años 20 era crítica, el general Lütwitz intentó un golpe monárquico en Berlín pero fracasó. La situación se agravó con la ocupación francesa del Ruhr. Al empezar 1922 el caos económico  dejó sin valor el marco, se desató una fuerte inflación que dejó a los sectores populares sin capacidad de compra, las dificultades se multiplicaron para el nuevo régimen. Los territorios de Renania y Baviera  querían separarse. Existía malestar entre los militares.
Así el 8 de noviembre de 1923 se produjo el CELEBRE PUTSCH que era un movimiento revolucionario de los nacional radicales (Partido nacional socialista de los trabajadores alemanes- NSDAP) dirigidos por ADOLF Hitler en Munich. El movimiento fue sofocado y Hitler condenado a 5 años de prisión (sin embargo saldría en diciembre del mismo año).

Durante los años de 1923- 1929 la República se apoyó en dos grandes organizaciones: EL PARTIDO SOCIAL DEMÓCRATA de Ebert (presidente de 1919- 1922) y el ZETRUM organización de centro derecha encabezada por Mathías Erzberger.
En 1923 fue elegido canciller GUSTAV STRESEMANN del Partido Popular Alemán que era conservador y democrático. Encabezó un gobierno de gran coalición y consiguió por primera vez una cierta estabilidad política. Sus dos objetivos fueron la normalización de las relaciones con los demás países especialmente Francia y la estabilización monetaria y económica.

Así en octubre de 1923 se creó una nueva unidad monetaria: EL REINTMARCK (que equivalía un millón de marcos antiguos).
La muerte de Stresemann (1929) se produjo en el peor momento para la república, comenzaba la etapa de problemas económicos (efectos del crack del 29) y la radicalización dela vida política, la producción alemana quedó si mercados exteriores, cayó la producción, huyeron los capitales extranjeros, se devaluó la moneda y de nueva se disparó la inflación.
Todo esto fortaleció las opciones políticas más radicales. En junio de 1928 se legalizaba el PARTIDO NAZI (partido obrero Alemán nacional socialista) que se encontraba en la clandestinidad desde el fracaso del proyecto de golpe de estado de 1923. La victoria electoral de los nazis en 1933 donde consiguieron el 43.9% liquidó la república de Weimar.
El nazismo Alemán es explicable conociendo el pensamiento de Adolf Hitler, sus pensamientos reflejan muchas de las ideas predominantes en la Alemania de inicios del siglo: Rechazo al tratado de Versalles, reivindicación del Lebensraun (espacio vital), antisemitismo, ultra nacionalismo, antisocialismo y antiparlamentarismo. Hitler sistematizó su pensamiento en el libro MEIN KAMPF (MI LUCHA).
En 1933 Hitler llegó a la chancillería cuando el presidente HINDENBURG aceptó la dimisión del canciller SCHLEICHER (producido ante el desacierto de Schleicher en su política, los grandes oligarcas alemanes entre banqueros e industriales recurrieron a Hitler, quien aceptó sus fondos y su programa convirtiéndose en asiduo defensor del ala más reaccionaria de la burguesía alemana).

En 1934 tras la muerte del presidente HINDENBURG, Hitler decidió asumir los cargos de Canciller y Presidente del Reich, sometida esta decisión a un plebiscito, fue ratificado por el pueblo Alemán y se le dio el título de FUHRER (caudillo). El nuevo parlamento aprobó para Hitler un decreto de plenos poderes: suprimía los derechos ciudadanos, la oposición política y la independencia de los tribunales, proclamó el nacimiento del III REICH (imperio).
Desde 1933 comenzó la puesta en práctica del programa de Hitler, en 1934 abandonó el colaboracionismo en política exterior e inició un espectacular rearme, manifestando desde un primer momento la intención de extender su territorio, como quedó demostrado con la ocupación del Sarre y la zona desmilitarizada del Rhin en 1934. reivindicó la anexión de Austria, de los sudetes, de la ciudad de Dantzig y la Prusia Oriental.
En el plano interior se suprimieron los Lander y su autonomía federal, se liquidó la oposición política con la ilegalización de los partidos no nazis y de los sindicatos de clase.
El ANTISEMITISMO se puso en práctica, se prohibieron en defensa de la pureza de sangre alemana los matrimonios mixtos entre alemanes y judíos, además se retiró a éstos últimos la ciudadanía alemana, finalmente en la noche del 9 al 10 tuvo lugar la NOCHE DE LOS CRISTALES ROTOS que fue el asesinato y destrucción de propiedades hebreas, comenzaba así la carrera hacia el holocausto, que se pretendió justificar con un falso cientifísmo racista. Se creó pues un estado totalitario, la GESTAPO poderosa policía estatal se convirtió en su principal instrumento. Comenzaba también a funcionar los primeros campos de concentración. La II guerra mundial no tardaría en estallar.



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