sábado, 24 de junio de 2017

La Revolución Cubana

EL IMPACTO MARXISTA EN AMÉRICA LATINA.
Como ya lo estudiamos, el marxismo es una ideología creada por Carlos Marx y Federico Engels y que en su devenir histórico fue profundizada por Lenin, Mao Tse Tung, Stalin.
Entre sus principales propuestas mencionaremos el logro de una sociedad socialista, mediante la lucha de clases, en éste caso de los proletarios contra los burgueses, pero esta lucha es una lucha armada que concluirá con el triunfo inevitable del proletariado.
Así mismo el marxismo en América Latina coincide con el proceso de industrialización de los años 30, y donde hace prevalecer los Sindicatos y los partidos de los trabajadores, ya sea socialistas o comunistas. En el caso peruano el introductor de las ideas marxistas fue José Carlos Mariátegui.
Influenciados por esta ideología y sobre todo por la Revolución Rusa y posteriormente por la Revolución China, surgen en Latinoamérica algunos focos revolucionarios que se desencadenarán en una franca lucha revolucionaria por instaurar una sociedad socialista como la revolución Cubana, la Revolución Nicaragüense y el caso del gobierno de Allende en Chile.
En nuestro país surge por ejemplo la CGTP y el Partido Socialista Peruano. Posteriormente surgirán grupos guerrilleros como el ELN, MIR, MRTA, PCP-SL.


LA REVOLUCIÓN CUBANA

Los cubanos desde las últimas décadas del siglo XIX estuvieron luchando por lograr su independencia de España, muriendo en este intento el poeta JOSE MARTÍ en 1895. tres años más tarde (1898) los EE.UU entran en una guerra con España y donde los españoles son derrotados. Como consecuencia de estos acontecimientos se logra la independencia de Cuba en 1901 pero los Estados Unidos se permiten mantener en la isla bases militares y el derecho de intervenir en los asuntos políticos de cuba. En 1903 con la Enmienda Platt Cuba se convierte prácticamente en un protectorado estadounidense.

Hasta 1919 Cuba soportó guerras civiles, dictaduras, pero su economía prosperó gracias a la producción azucarera. Ante este caos político los estudiantes protestaron y los obreros se lanzaron a huelgas, hicieron su aparición movimientos guerrilleros y se formó el Partido Comunista. A fines de los años 30 la Segunda Guerra Mundial afectó a los mercados donde se ofrecía el azúcar cubano.
Precisamente en 1940 FULGENCIO BATISTA era nombrado presidente. Batista fue un sargento del ejército que rápidamente llegó a general y logró tanta influencia que se ha comprobado estuvo detrás de muchos golpes militares. En 1944 deja la presidencia.

No pasaría muchos años para que reapareciera abiertamente en escena pues el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, que derribó a Carlos Prío Socarrás (1948-1952)  impuso nuevamente la dictadura de Fulgencio Batista. Batista anunció un programa de tres puntos: eliminar la corrupción, acabar con la demagogia y terminar con la situación de violencia del país, lo cierto es que Cuba con Batista se convertía en un prostíbulo y tapete de juego para los adinerados turistas norteamericanos. En efecto Cuba era controlada por los EE.UU a través de empresas petroleras y azucareras en comunión con los grandes hacendados, además las mejores tierras cubanas estaban en manos extranjeras, esto fue el germen sobre el que habría de tener lugar la Revolución Cubana. A partir de estos acontecimientos, el descontento del pueblo cubano fue en aumento y no concluyó hasta el triunfo definitivo de los revolucionarios. El 26 de julio de 1953 un grupo de jóvenes al mando del abogado FIDEL CASTRO intentaron capturar el cuartel militar Moncada, apropiarse de las armas y derrocar al dictador. Sin embargo los jóvenes fracasaron pero significó el inicio de la insurrección contra la dictadura de Batista. El ataque, dirigido por Fidel Castro al mando de unos 200 hombres, fracasó y su jefe fue condenado a 15 años de prisión en la isla de Pinos (renombrada en 1978 como isla de la Juventud). Muchos de los capturados en este intento fueron asesinados, se dice que Castro desconcertó a sus captores cuando les dijo “me puedes matar a mí, pero no a mis ideas”. Amnistiado en 1955 (pues Batista se creía seguro en el poder y quería dar muestra de confianza) Castro se exilió en New York y luego México, creó el Movimiento 26 de Julio, reorganizó a los insurgentes y entró en contacto con el revolucionario argentino Ernesto Che Guevara y Camilo Cien Fuegos. En México para adestrar a sus tropas contó con el apoyo de BAGGIO quien había participado en guerra civil española, mientras que en Cuba  la responsabilidad de la organización guerrillera estaba en manaos de CELIA SÁNCHEZ enigmática guerrillera y que sería la voz de radio rebelde.
Del 2 al 5 de diciembre de 1956 Castro sale de Tuxpan (México) con 82 combatientes a bordo del yate Granma con la intención de invadir Cuba. Castro desembarcó en la playa de las Coloradas, situada en la ensenada del Turquino (en el extremo suroccidental de Cuba- Prov. De Oriente), pero los estaban esperando y fueron derrotados por el Cap. Pedro Ávila y sólo sobrevivieron 12 hombres con los cuales se adentró en sierra Maestra. Allí recibió el apoyo de buena parte del campesinado y comenzó una guerra contra el gobierno que duró dos años. La isla estaba, en este periodo, completamente entregada al capitalismo estadounidense, que controlaba el 90% de las minas y de las haciendas, el 40% de la industria azucarera, el 80% de los servicios públicos y el 50% de los ferrocarriles y de la industria petrolera.

A fines de 1958, la guerrilla asentada en su base principal de sierra Maestra, así como el denominado II Frente Oriental, había acabado prácticamente con la resistencia del Ejército de Batista. El 8 de enero de 1959, Castro entró en La Habana, de donde ya había huido el dictador Batista a Santo Domingo(el 1 de enero de 1959), y se designó presidente a Manuel Urrutia Lleó, aunque el poder efectivo estaba en manos del principal dirigente revolucionario, Fidel Castro, que pronto se convirtió en primer ministro. En julio de 1959, Urrutia, descontento por la negativa de Castro a celebrar elecciones, fue sustituido por Oswaldo Dorticós. El nuevo gobierno adoptó medidas radicales: Ley de Reforma Agraria, que entregaba la tierra a los campesinos, creación de un Ejército nacional y alfabetización de la población. Y en 1960 se firman tratados comerciales con China Popular y la Unión Soviética, se intervino refinerías norteamericanas, se nacionaliza la industria y la banca privada.

LA IMPLANTACIÓN DE UN ESTADO COMUNISTA

La revolución Cubana chocaba entonces con intereses norteamericanos, los cuales deciden mantener la base naval de Guantánamo (hasta el presente). Cuba responde con una exitosa campaña para reducir el analfabetismo pese a la acción de algunos contrarrevolucionarios que asesinaron a alfabetizadores, acto seguido Cuba se proclama Socialista. Los EE.UU rompen relaciones con Cuba y apoyó a algunos enemigos de Castro para invadir Cuba, Así en abril de 1961 el presidente Kennedy preparó una invasión por la bahía de Cochinos en la playa Girón pero el desembarco de bahía de Cochinos, un intento de invasión de la isla organizado por la agencia estadounidense( CIA )fracasó. Y Cuba pasó a convertirse progresivamente en un Estado socialista cada vez más vinculado con la otra superpotencia: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). En octubre de 1962, los soviéticos instalaron rampas de misiles en la isla, las cuales, ante el bloqueo dictado por el presidente John Fitzgerald Kennedy, fueron finalmente desmanteladas, resolviéndose de este modo la gravísima vicisitud internacional planteada entre Estados Unidos y la URSS que pasó a ser conocida como crisis de los misiles. En 1965, en sustitución del Partido Unido de la Revolución Socialista, se constituyó el Partido Comunista de Cuba, de carácter marxista-leninista, con Castro como secretario general. Como cabeza de la revolución comunista en el Tercer Mundo, Cuba intervino militarmente en diferentes conflictos: Angola, Congo, Guinea-Bissau, Somalia, Etiopía, Mozambique y Yemen del Norte.

Desde diciembre de 1991, y aun desde algunos años antes, la disolución del principal valedor y apoyo internacional del régimen cubano, la URSS, agravó los problemas socioeconómicos de la isla, lo que no impidió que la aplicación de los principios marxistas-leninistas de Castro (quien, desde 1976, no sólo encabezaba el gobierno, sino la misma jefatura del Estado), así como su decidida política exterior de signo antiimperialista (entendida ésta como un claro enfrentamiento ante las decisiones boicoteadoras estadounidenses), fuera el comportamiento habitual del gobierno de Cuba.



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